Los periódicos que usan la mentira y lanzan lodo a la virtud deben ser condenados a muerte. No deben leerse.
Los periódicos que se arrastran y ocupan sus columnas con las inmundicias de la corrupción son un baldón para los pueblos.
La virtud se enseña presentándola en toda su hermosura. La corrupción se combate exteriorizando el mérito de la virtud en las páginas del diarismo y no señalando los nombres de los débiles que caen en al vicio.
No debemos abandonar al corrompido, nuestra misión es purificarlo. El hombre tiene el deber de regenerarse y contribuir a la regeneración de los demás.
Este es el programa moral de LA VANGUARDIA."
Luis Emilio Recabarren
No hay comentarios:
Publicar un comentario